He pasado unos años (digo meses) sin internet en casa, el motivo es simple, aunque vivo en una zona urbanizada, no creáis que me he mudado a la Antártida (a los que hayan estado cenando en casa antes de que llegara la estufa les encantará esta comparación), todos nuestros intentos para que cualquier compañía telefónica llegara hasta el final de la calle, fueron en vano. No estoy justificando con esto no publicar entradas en estos largos meses, que también. Cuando encontraba un atisbo de conexión, en casa de mis padres, de mi hermana, en el trabajo, donde fuera, aprovechaba para buscar en internet, leer los blogs a los que estoy completamente enganchada, comprar online a lo que estoy completamente enganchada, pues eso. Que sigo por aquí.
Y hoy pienso hablar de lana.
Quienes me sigan en instagram (o tumblr que para el caso es lo mismo) sabrán que encontré un ovillo en casa (o se lo imaginarán por las fotos) rojo rojo, con el cual tenía la intención de hacer mi nueva bufanda, y acabó siendo un cuello (porque me quedé sin ovillo) que más tarde terminó siendo el regalo de santo de mi hermana.. El día que se lo regalé todos los miembros de mi familia se probaron el regalo y ahora tengo encargos para un mes (alguno ya se ha resignado a tener el cuello para el invierno que viene).
Más atrás en el tiempo (en noviembre del año pasado) quise hacerme un cuello, que terminó pareciendo un tapete de esos que tienen las abuelas sobre la mesa, y como no me gustaba ahora me estoy tejiendo una bufanda laaaaarga a la par que interminable.
¿Acaso tienen todas estas historias algún sentido? Pues en realidad no, pero me encanta, porque hagas lo que hagas con un ovillo de lana, incluso si lo cortas, siempre puedes volver atrás, dejarlo prácticamente como estaba en un principio (el ovillo beige se deshilacha, no tiene remedio, se ve que estaba defectuoso) y volver a empezar algo nuevo...
Y tejiendo mi tapete parcialmente reconvertido (ahora sí) en bufanda, me da por pensar que sería maravilloso si pudiésemos hacer lo mismo con todo.
Original Yarn |
Feliz viernes